Serrat: "El gran amor de mi vida fue Lucía".1976




GUITARRA FACIL
PRESENTA SU ALBUM
DE JOAN MANUEL SERRAT
NÚMERO 6.
JOAN MANUEL SERRAT.
Por Jorge Carlos Barberi.

Barcelona es una de las ciudades más bellas del mundo. Por lo menos, una de las más famosas. El turista le aplica ambos adjetivos, pero el turista es un viajero que califica los lugares por su visita a “ ojo de pájaro” y no es que lo estemos escatimando, con esa reflexión, las grandes cualidades que , como ciudad , , tiene Barcelona. Sucede que , como toda gran ciudad, quienes pueden adentrarse un poco más en su vida precisamente que está vedada a los visitantes de paso , encuentran que no todo son hoteles magníficos, edificios soberbios, ramblas lumimosas y restaurantes caros.

No , Barcelona tiene de todo, como en todas partes, gente alegre o gente taciturna, ricos, pobres y familias simplemente que la van pasando, como la familia de Serrat, que a duras penas pueden dar a sus hijos una discreta educación.

Tiene , dentro de sus muchas bellezas, el contraste marcado de sus costas, de su mar, por un lado y la agreste montaña por otro, ya que la hermosa ciudad nace al pie de una cadena montañosa y termina en donde principia el “ Mare Nostrum”.

Tal vez a éste marcado contraste se deba el temperamento recio de su gente, influencia del paisaje que tiene como límites Montserrat y el Mediterráneo.

Y tal vez también a eso de deba que Joan Manuel Serrat ofrezca en sí el contraste de su música suave y su temperamento arisco como los picos del Montserrat , que por coincidencia lleva el mismo nombre que la familia del compositor catalán.

Porque Joan Manuel nació en Barcelona, y de familia modesta que no pudo ofrecerle una larga y costosa carrera universitaria, aunque sí el decoro de una buena educación que llegó hasta la obtención de un modesto título profesional. Una vida sin grandes holguras, pero también sin grandes privaciones.

Vino al mundo un día del año 43 y como él platica, su nacimiento revistió dos acontecimientos. El propio Joan Manuel lo narra así:

“ Nací en una clínica de Barcelona. Mi madre dice que lo pasó muy mal, pues nací con una enorme cabeza y con un peso de cinco kilos, por lo que el parto fue difícil. Mi madre esperaba después de tener un hijo varón en casa, una niña y le resulté un nuevo hombrecito. Como todas las cosas para recién nacido fueron confeccionadas por la seguridad de mi madre de que iba a ser niña, todo era de color rosa, menos el genio de mi madre, que se puso negro con la decepción. Por mucho tiempo vestí de ese color, pues no había en casa recursos económicos suficientes como para comprar de nuevo ropita”.

Como Joan Manuel era de un carácter muy despierto, por una parte, y por la otra, como padre y madre se las veía negras para sostener y cuidar a la familia, fue llevado al colegio desde los tres años, una mañana gris y lluviosa, que no ha olvidado, pese a la corta edad en que ocurrió. Fue la propia maestra, que vivía al lado de su casa, que lo llevaba y lo traía. Dice Joan Manuel, que también recuerda; tal vez se lo hayan platicado, que la primera vez iba muy asustado. Otra de sus remembranzas firmes es la del uniforme de rayas con el cuello de color azul al que llamaban simplemente “ la bata” . Lo odió siempre.

La primera escuela formal ya no es esa especie de guardería para niños a la que asistió a los tres años, fue , la de los Padres Escolapios de San Antón, en la Ronda de San Pablo, en la que estuvo hasta los 10 años de edad .

Asegura que , en contraste con su claros recuerdos del primer día de colegio, a los tres años, los de la escuela elemental son borrosos y extraños. Lo atribuye a la enseñanza disciplinaria enérgica que se le impartía y , asegura, los recuerdos de aquellos años no son nada felices. Tal vez por eso su subconciencia los haya olvidado.

Nunca podrá olvidar, dice, los paseos que hacían dar a los alumnos, cogidos de la mano y un latiguillo que aún le molesta, sólo de recordarlo; ¡ Hablen ¡ ¡ Hablen ¡ era la orden terminante y áspera, cuando la fila marchaba silenciosa y cansada, voz que , de repente, cuando las voces se volvían ruidosas, era cambiada bruscamente por otra áspera orden: ¡ Callen ¡ ¡ Callen ¡….

Jamás entendió la razón de todo esto, pero lo recuerda con disgusto. Nosotros diríamos que de ahí nace ese temperamento rebelde de Joan Manuel, porque aquello ocurría cuando su mente en formación era cera blanda cuyas heridas dificilmente cicatrizan. Unase a estos traumas por cosas de la mente, los odios que quedan tras castigos corporales que , dice Joan Manuel , eran frecuentes y duros ante la menor falta . “ Toda disciplina, platica se nos inculcaba a la fuerza de golpes de regla con filetes metálicos que usaban los curas y que era aplicada por ese filo cuando consideraban que la falta era grave o por el otro, de simple madera, pero que también lastimaba, cuando la falta era menor.

Refiere que , afortunadamente , de los Escolapios pasó al instituto Milá y Fontanals en donde se desarrollaron los días más felices de su niñez y primera juventud .

Cuando Serrat platica este pasaje de su vida , enfáticamente asegura que el paso por el colegio de sacerdotes a uno Laico es muy interesante y lo deduce de lo que él mismo le ocurrió, al comprobar que , en manos de profesores no sacerdotes, la eduación le pareció le pareció más lógica y comprensible.

Esto ocurría ya a nivel de bachillerato, cuando no hubo ya faltas de asistencia o faltas que corregir al estilo del criterio cerrado de sus maestros sacerdotes. Entonces empezó a tener muchos amigos, cosa que era casi tabú en el otro colegio, en el que eran mal vistas las amistades íntimas.

Por otra parte, el cambio de colegio vino a aligerar un poco los sacrificios que la familia hacía para darle educación, ya que el instituto tenía una cuota de sólo cincuenta pesetas, mientras el otro costaba carísimo y a él sólo podía asistir determinada clase social, no así en el Milá Fontanais, con concurrencia más heterogénea, lo cual le gustaba más. Sus mejores amigos, en general, eran los de clases económicas más pobres.

Hemos hecho una exposición tal vez un poco extensa de los albores de la vida de Joan Manuel Serrat, pero lo hemos hecho con el objeto de que a través de esa infancia y juventud pueda comprenderse el perfil sicológico del artista. La influencia de su ciudad, es decir , del paisaje de su primera educación colegial y de sus recuerdos explican por sí solos , sobradamente, el por qué de su carácter enérgico y recio.

Como estudiante, acepta Joan Manuel, jamás fue un buen modelo. Obtenía el paso de un curso superior con las notas más mínimas y esto lo define así : “ Pasé mis asignaturas apenas por un pelo”.

Ya un poco mayor inició su carrera universitaria, que jamás terminaría. Pero consideraba que ese periódo de su vida le trajo experiencias valiosísimas. Fue e la Universidad de Tarragona, también en Cataluña y la modestia de ésta universidad lo hizo alternar con gente de aún menos recursos económicos que el Instituto . la de Tarragona es una universidad de tipo laboral, en la que apenas obtuvo el grado de perito industrial.

El ingreso a la Universidad de Tarragona fue contra toda la voluntad de sus padres, que querían a pesar del sacrificio económico que les representaba, que estudiara lo mismo, ya que era su gusto, pero en Barcelona.

Joan Manuel, que apenas contaba con trece años, bastantes menos que su hermano, demostró ya la consistencia de su carácter, al imponer su voluntad, yéndose a Tarragona. Su padres pensaban que iban a perder al hijo pequeño y eso los hacía detenerlo. Pero en el sino de Joan Manuel Serrat , como lo ha demostrado el tiempo, no hay barreras que puedan pararlo cuando se decide por cualquier cosa.

Sin embargo, los padres no perdieron al hijo. Tres años después a la edad de diesciséis años, regresó a Barcelona, y se convirtió en un buen estudiante por primera vez en su vida. Revalidó ahí su título de perito industrial, que poco habría de ejercer.

Fue el periódo, de los 16 a los 20 años , en que Juan Manuel, según ha platicado. Hizo “ las burradas más grandes de su vida” . Al dejar la Universidad Laboral de Tarrragona, en la que tuvo los mejores amigos, sentí la falta de compañerismo de mis nuevos compañeros. No , no pude ya hacer amigos, tan buenos, pero corrí amoríos locos y emnprendí aventuras descabelladas, propias de mi edad. Fue para mí, sin embargo, confiesa algo así como una laguna en mi vida . Todo era intrascendente y vacuo . Las aventuras amorosas o de otro tipo, no me dejaban satisfacciones, ni remordimientos. Era sencillamente un ir pasándola con el desperdicio más lamentable de tiempo .

Sin embargo , nosotros , no creemos que este lapso haya sido tiempo perdido para el artista. Aún sin él saberlo o poniéndose a reflexionar, lo aceptaría, este , periódo le sirvió para ir madurando su carácter y el simple hecho de que lo recuerde como algo negativo ya es una prueba de que no lo fue. Al dejarle una enseñanza. Así sea de tipo negativo, que de lo negativo también pueden sacarse ventajas, cuando se saben aprovechar en ese sentido .

Pero el verdadedo derrotero de su vida se inició cuando hacía su servicio militar, de dónde arranca el momento en que Joan Manuel Serrat empieza a cantar .

En la “ mili” como le llama Joan Manuel a esta etapa de su vida , conoció a los tres mejores amigos que tiene hasta la fecha. Jordi era el mayor y lo consideraba como el líder o “ padre” del grupo.

El era el que lo hacía trabajar duro y el que solucionaba todos los problemas . Cuando con los otros se iba de juerga, Jordi se quedaba al cuidado de todo y su bondad lo hizo algunas veces hacerse responsable de faltas que los otros cometían . Era siempre el mediador y la voz serena que intervenía en las discusiones y el que siempre lo arreglaba todo . Actualmente vive el León, España , estudiando veterinaria y cansado de la vida agitada de Barcelona.

Otro de ellos se llama Antonio. Le dice Tony- y era el cerebro del grupo, el intelectual. Se marchó a Tortosa para cursar la carrera de Ciencias Políticas.

El tercero se llama Manuel y es el único con el que ha seguido en contacto, ya que se ha quedado a vivir en Barcelona y también estudia una carrera.
Los tres se graduaron inicialmente de peritos-agrícolas.

Con ellos tres , estando en el servicio, formó un grupo musical compuesto por dos guitarras, un contrabajo y una batería. Menos la batería todos los intrumentos era de fabricación propia. Y no tocaban demasiado bien, confiesa Serrat, pero lo hacían con cierta gracia. “ Eramos la verdad demasiado malos . Tal vez, sin embargo, de haber perseverado, hubiéramos terminado haciéndolo bien”.

La amistad con esos tres jóvenes , con quienes convivió ínitimamente por cuatro años, influyó grandemente en la formación del carácter del joven compositor. La razón de esa gran amistad fue la identificación de sus ideologías.

Lo del grupo musical fue en plan definitivamente informal . Tocaban para entretener a otros compañeros y jamás obtuvieron un solo centavo por sus actuaciones. Pero Joan Manuel Serrat había sido herido ya por la flecha del arte y empezó a componer sus propias canciones.

Fue Jordi el que lo animó para que fuera a una casa grabadora y le oyeran algunas de sus composisiones. Confiesa Serrat que el contacto con el mundo comercial del arte fue una amarga decepción . Llegó con su guitarra al hombro y se le permitió que cantara una canción . Fue en una estación de radio y su voz salió al aire en un programa de aficionados que conducía un señor Salvador Escamilla . La actuación, como quedó dicho, no le proporcionó ningún estímulo y sí una sensación extraña de desagrado que lo hubiera hecho desistir , ya que se quedó muy desilusionado . De no haber estado escrito ya que Joan Manuel Serrat iba a ser un magnífico compositor, de esa trasmisión hubiera salido a la calle un sencillo perito industrial al parejo de Jordi, de Tony, de Manuel, pero el destino había dicho otra cosa .

Serrat plática así aquella aventura :

“Ví el mundo del arte por dentro y me desilusionó el encontrar mucha gente ahí, metida en ese tinglado, que grita mucho, se pavonea y termina por asustar a los noveles que osan llegar a sus dominios .

Son individuos que , en lugar de simples funcionarios, parecen o se dan ínfulas de generales de división, para que uno se dé cuenta , si logra vencer el miedo que le provocaron al verlos , que no son nada o , en último caso , lo último de lo último .

Salió de ahí con la idea fija de dejar la guitarra en un rincón y solamente usarla para su gusto personal . Tenía un sentimiento que todo aquello era superficial, vanidad , oropel. Jamás intentar de nuevo poner un pie en una estación de radio , una casa grabadora.

Pero Jordi, “ El padre” en el grupo, insistió tanto que al cabo de tres meses, Serrat, ya más calmado y repuesto de aquella decepción, aceptó ir a una casa grabadora de discos, con cuyos dueños el bueno de Jordi había hablado anticipadamente, poniéndo al joven músico por las nubes .

Bastó con una prueba para que a los tres días hicieran un llamado para grabar su primer disco en esa empresa. Profesionalmente Joan Manuel Serrat empezó la brillante carrera , en la que ahora se encuentra en la cúspide, con un disco pequeño que contenía solamente cuatro canciones, dos por cada cara. Ellas fueron “ La mort de l´aví” , “ El mocador”, “ Una guitarra” y “ Ella em deixa”.

No por ser las primeras han sido las menos hermosas composiciones de Serrat, todo lo contrario; son composiciones plenas de dulzura y tristeza , agresividad y violencia, que son claro índice de su personalidad compleja .

En ese momento se abrió, en forma definitiva, el horizonte de este joven compositor, y cantante . Su disco tuvo magnífica aceptación y cabe comentar que Joan Manuel Serrat llegó al arte de la canción en el momento propicio. Ni antes ni después. En la época en que la juventud ha dado un cambiazo de los ruidos del rock a la suave armonía de la balada.

La música, para la juventud, ya no era el acorde violento, ni la letra escrita solamente para llenar una necesidad, letra llena de incongruencias, frases repetidas y sin mensaje alguno . Se inicia una época de música más fina, pero igualemente agradable a los oídos juveniles y con letras que dicen algo .

Gracias a su disco, que adquiere en Barcelona bastante difusión y es aceptada por el público con agrado, José Porter conductor del grupo “ El Setze Jutges” (Los siete jueces ) acepta a Joan Manuel en el grupo y con ellos empieza relativamente su vida profesional. En esta aceptación, sin embargo, es solamente provisional y a manera de prueba. Joan Manuel accede a su vez ésta condición, intuyéndo que podría ser un magnífico peldaño para empezar a subir . asi como para tratar de que el grupo incluyera en su repertorio alguna de sus canciones, que alguien las escuchara y que esto sirviera de promoción, para lo que ambicionaba por encima de todo ser intérprete suyo, de sus propias composiciones.

En aquella época Joan Manuel Serrat prestó sus servicios profesionales como períto – industrial única época de su vida que se desviaría de su carrera artística- pués necesitaba obviamente, tener para su subsistencia y ayuda económica a la familia. En el grupo, por virtud de encontrarse a prueba, no recibe sino un muy modesto salario, para sus gastos más apremiantes. En ese tiempo , por razón de su trabajo profesionalemente como perito, tiene que trasladarse a los Pirineos y abandona temporalmente al conjunto “ Los siete jueces”, al que volvería después tiempo más tarde.

Son tres meses en su nuevo destino en el que por encontrase en esa hermosa sierra que divide Francia de España ; los Pirineos, la soledad le permite componer algunas canciones más.

Vuelto a Barcelona que le ofrecen oportunidades como cantante, aunque siempre en forma muy amateur , ya que los sueldos, que se le pagan no son suficientes para abandonar su trabajo profesional.

Su espíritu soberbio, rebelde y hasta cierto punto aventurero, le hacen plantearse un dilema : Funcionario gubernamental o cantante .

En un arranque muy de los suyos renuncia a su empleo y , aun sin perspectivas económicas halagueñas para el presente, sueña en el triunfo que no se basa por el momento, en realidad tangible alguna, y pasando penurias y escaseces económicas, algunas veces graves , se entrega por completo a componer canciones. Ya tenia en el mercado de discos que se menciona líneas arriba y la grabadora estaban preparándole uno más, en el que figuraban una canción suya que pronto sería muy popular : “ Ara que tinc vint anys” ( Ahora que tengo veinte años ).

En realidad era su propia edad. Su descisión no fue fácil, pero llegó a la conclusión de que el trabajo y la música son cosas distintas, incompatibles y que hay que decidirse por una de las dos.

Joan Manuel Serrat asegura que siempre ha tenido la certeza de que el hombre logra triunfar en cualquier actividad sólo mediante una entrega absoluta . En su condición de empleado y cantante, ni atendía bien lo primero ni cuidaba de lo segundo y que quien no resuelve este dilema, ha dicho, a lo único que se puede llegar es a ser un perfecto amargado , por razón de sus frustraciones. El amateur se conforma con creer que todo lo hace muy bien; pero, si en realidad estuviera firmemente convencido de esto , terminaría siempre por convertirse en profesional y viviría de esta determinación aunque, al principio, naturalmente, lo pasará muy mal .

Congruente consigo mismo, lo abandonó todo para dedicarse de lleno a componer canciones y a interpretarlas . Sin embargo, su subconciente le pedía una solución menos violenta y , ante la duda, se matriculó en la Universidad de Ciencias Biológicas que al poco tiempo abandonaba, ya definido verdaderamente su vocación ; la música.

Como su nombre sonaba ya , aunque no con gran brillo, naturalmente por tratarse apenas de novel compositor algunas disqueras le hicieron proposiciones. Se decide por una de ellas, y cosa curiosa, le piden vuelva a incorporarse al grupo “ Los Siete Jueces” en el que labora por poco tiempo, auque sí con un salario más decoroso.

A pesar de actuar dentro de un grupo, y no a su nombre, la crítica musical de Barcelona y algunos críticos de Madrid empiezan a fijarse en él y los comentarios le son muy favorables. Uno de los más populares comentaristas musicales de España, dijo de Joan Manuel “ que era un autor nuevo y joven y que por lo tanto aportaba a la música española y esperaba que pronto a la mundial un tipo de música fresco y agradable, pese a que en la mayor parte de la letra de sus composiciones dejaba traducir tristezas y rebeldía, lo cual no era un demérito, sino todo lo contrario, porque aunque llegaba en el momento de las falsas canciones llamadas de protesta, en las suyas se traslucía claramente la sinceridad”

"En ese joven compositor, continúa el crítico, se puede descubrir una idea moderna de los jovenes de todas las latitudes del mundo, expresando cierta angustia y muchas ansias en un lenguaje sencillo, pero poético, derivado de la cultura y , la educación. Joan Manuel Serrat, termina diciendo el crítico, es un joven que expresa con su música y la letra de sus canciones las inquietudes complejas e imperiosas en un mundo en efervescencia que el compositor ha infundido el suave manto de la tradición popular.”

En efecto , Joan Manuel Serrat si tiene una sed verdadera por cultivarse. Ha seleccionado perfectamente sus autores predilectos, que lo mismo son clásicos y los modernos españoles , que los latinoamericanos o de otras partes de Europa y del mundo. Lee constantemente y se dedica a esto en el tiempo que le deja libre la tarea de seguir componiendo sus canciones .

Por su parte , Serrat asegura que quiere traer un estilo nuevo en su música, que sea espejo de la juventud espiritual que aún piensa en el amor .

Asegura que no pretende ser imitador ni continuador de nadie y que no se cree revolucionario. Sólo pretende que sus melodías y su pensamiento hagan eco de la juventud del mundo.

Aunque ama fervorosamente a su Barcelona nativa , Joan Manuel Serrat se ha convertido en un viajero infatigable y puede decirse que , prácticamente, ha dado ya la vuelta al mundo.

Con su vida artística y anecdótica podrían agragarse muchas páginas, pero , el imperativo categórico del espacio, debemos resumir, el resto de lo que hemos acumulado en cuanto a la vida del compositor catalán, en pocas palabras .

Su temperamento rebelde y su amor por la justicia y la libertad, le han ocasionado bastantes dificultades. El fue asistente de una memorable reunión que se llamó “ de Montserrat”, congregaron gran cantidad de artistas e intelectuales españoles.

Algunos se excedieron en sus expresiones aitogobiernistas y de aquello lo único que obtuvo Joan Manuel, según dice, fue efectivo boicot en la televisión de España en contra de su persona y sus canciones.

Al respecto Serrat expresa que no se arrepiente de haber asistido a a quella junta, ya que lo hizo con toda sinceridad pero que reprueba definitivamente que se le involucre en partidos o ideas políticas ya que ha pretendido siempre su autonomía en todos sus aspectos y que jamás permitirá que se utilice su nombre con fines de propaganda de partidos .

Se rumora actualmente que Serrat se ha retirado del canto, lo cual sólo podría comprobrarse mediante dejar pasar el tiempo razonable para dar a esta actitud que se le atribuye como un hecho ya que no es la primera vez que Joan Manuel establece una laguna, un corte en su carrera artística como ocurrió hace algún tiempo cuando, por prescripción médica dejó de actuar una temporada.

Mucho se habló con relación con los motivos que tuvo el compositor para su aislamiento. Se mencionó mucho la razón de tipo político y su enfado por el boicot en la televisión española; sin embargo no hubo nada de eso y el propio Serrat lo declara en la siguiente forma :

“ Fui a ver a médico, me encontró mal de la garganta y me ordenó, que descansara una buena temporada . Yo no quería obedecer, pues me encontraba según yo, en mi mejor momento. Fue entonces cuando mi madre me hizo un pequeño chantaje sentimental al amenzarme con que si yo no me curaba ella tampoco lo haría . La pobrecita se encontraba delicada de salud y tuve que obedecer al médico para que ella continuara su tratamiento, pues es muy enérgica y de sobra sé que hubiera cumplido con su amenaza”.

En el renglón romántico se sabe que Joan Manuel Serrat solamente ha tenido un amor en su vida “ una noviecita santa” llamada Lucía, en cuyo honor ha compuesto una de las más hermosas canciones.

De su vida privada se sabe que , aunque no es casado, Joan Manuel tiene un hijo y es todo en cuanto a ese aspecto .

Finalmente cerraremos con una graciosa anécdota ocurrida a Joan Manuel en Londres:

“ Paseaba con un amigo por la gran plaza de Picadilly, una tarde fría, cuando un fotógrafo al parecer ambulante, me pidió que posara para él, y me ofreció su propia gorra de astrokán. Con objeto de llevarme un recuerdo de Londres, accedí con gusto pero me llevé la primera sorpresa cuando el fotógrafo se perdió en la multitud, sin entregarme foto alguna o documento para recogerla . La segunda sorpresa la recibí al leer el diario vespertino madrileño que publicaba mi foto con el siguiente pie de grabado : “ Este ciudadano moscovita sabe protegerse bien de la ola de frío que azota a la capital soviética” actualmente “ el niño del Jersey y la guitarra” o “ el nano” como lo conocen sus amigos, ha dejado la juvenil prenda, tal vez perdida en algún ropero .usa smoking de terciopelo negro en sus presentaciones al público, y su físico ha embarnecido bastante ; su gesto es adusto y ríe poco, pero indiscutiblemente, su espíritu musical sigue siendo el mismo que cuando en el servicio militar, “ la mili” formó parte de un cuarteto con tres amigos entrañables, grupo que , ha confesado Joan Manuel, “ era bastante malito”.

©Alfredo Arrieta 2007